Empecemos por el principio.
Por definición, un producto REACONDICIONADO, NO es un producto nuevo, estos equipos han sido renovados, restaurados y puestos de nuevo en el mercado, existen varios tipos o niveles de reacondicionado, en función de las actuaciones que se han llevado a cabo en ellos, generalmente por una empresa especializada en reacondicionado, como excepción, existen también los equipos REMANUFACTURADOS, que básicamente es lo mismo, pero realizado directamente por el fabricante o por una empresa asignada por este, no se suele tocar la estética, directamente si algo está arañado o defectuoso, se cambia por su componente original, para que sea un producto final “casi nuevo”
Muchos de vosotros habréis oído hablar de que los equipos REACONDICIONADOS son equipos que provienen de demos o devoluciones de empresas o clientes, estos casos son muy escasos, 1% del mercado de REACONDICIONADOS como mucho y se indica claramente, por lo que el producto sería “casi” nuevo, en estos casos, se denominan N1, N2, y N3.

Básicamente significan:
N1 (en la caja original con todos sus accesorios)
N2 (en caja neutra con sus accesorios principales, adaptador de corriente y poco más, pueden faltar manuales, pero es un producto prácticamente sin uso)
N3 (en caja neutra pero generalmente sin accesorios, no suele darse mucho este caso, más que en los productos Apple y otros, que, por su alto valor, prefieren no hacer la inversión de agregarlo)
Pasaríamos a un segundo nivel, son reacondicionados certificados, este producto está en auge en Europa desde hace años, puesto que se trata de un producto que el fabricante.
Aquí es donde se mueve el 99% de los equipos que ves en la web.
En los últimos años ha crecido mucho el negocio del portátil u ordenador reacondicionado, esto ha ocasionado que muchas empresas se suban al carro de este negocio, pero…
¿son todas tan buenas como aparentan? ¿son verdaderamente sostenibles estos equipos?…
Vamos a hablar de la procedencia de los portátiles y Pcs en el mercado de reacondicionados y como no podría ser de otra manera, lo primero es saber de dónde vienen, casi todas las empresas del sector hacen referencia a que sus equipos suelen venir de demos y devoluciones de cliente, algo que solo es cierto en el 1% de los casos exagerando mucho, el 99% restante provienen de los renting que grandes empresa hacen en periodos de 3 o 4 años como norma general, estos equipos al final de su contrato, son devueltos a las financieras que aportaron la financiación al proyecto, como sabréis y por si acaso no, os lo cuento, cuando rentas un equipo, el importe de la cuota multiplicado por el número de meses, generalmente no supera el importe total del equipo, por lo que a muchas empresa les es más interesante tener equipos nuevos cada 3 o 4 años, al terminar su contrato, estos equipos tienen un valor, que se llama, valor residual, es la parte por la que no han pagado los que contrataron el renting,
Según el Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas, se generan cerca de 50 millones de toneladas de desechos electrónicos al año. Y la mayoría no pasan por el sistema de reciclaje óptimo para el medio ambiente, lo que puede llegar a afectar a la salud de los humanos.
Javier Flores director digital National Geographic
Vertedero de basura electrónica, Países Bajos
Si los últimos años han estado marcados por un fenómeno indiscutible, es el creciente ritmo al que evoluciona la tecnología. Esta velocidad imparable a la que los dispositivos que utilizamos mejora, hace que al poco tiempo de disponer de ellos tengamos que cambiarlos. A veces por simple capricho, otras por necesidad, ya que el avance imparable de tecnología hace que nuestros aparatos se queden obsoletos muy rápidamente, desechamos a diario toneladas de productos electrónicos. De hecho el PNUMA -Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas- calcula que se generan en todo el mundo cerca de 50 millones de toneladas de aparatos electrónicos que son desechados anualmente.
Se generan en todo el mundo cerca de 50 millones de toneladas de desechos electrónicos al año
Estos, son complejos, y en su interior albergan una serie de materiales altamente contaminantes y que en muchas ocasiones van a parar a los lugares más insospechados. Así en los residuos electrónicos encontramos materiales peligrosos como metales pesados: mercurio, plomo, cadmio, plomo, cromo, arsénico o antimonio, los cuales son susceptibles de causar diversos daños para la salud y para el medio ambiente. En especial, el mercurio produce daños al cerebro y el sistema nervioso, el plomo potencia el deterioro intelectual, ya que tiene efectos perjudiciales en el cerebro y todo el sistema circulatorio; el cadmio, puede producir alteraciones en la reproducción e incluso llegar a provocar infertilidad; y el cromo, está altamente relacionado con afecciones en los huesos y los riñones. Por poner algunos ejemplos, un solo tubo de luz fluorescente puede contaminar 16.000 litros de agua; una batería de níquel-cadmio de las empleadas en telefonía móvil, 50.000 litros de agua; mientras que un televisor puede contaminar hasta 80.000 litros de agua.
No obstante, del mismo modo, en la basura electrónica, encontramos una gran variedad de materiales y plásticos valiosos. Hasta 60 elementos de la tabla periódica pueden hallarse en la electrónica compleja. Muchos de ellos son técnicamente recuperables, aunque existen límites establecidos por el mercado. Los desechos electrónicos contienen metales preciosos incluyendo oro, plata, cobre, platino, y paladio, pero también un valioso volumen de hierro y aluminio y plásticos, que pueden reciclarse. Las estimaciones calculan que de los desechos electrónicos pueden obtenerse hasta 55.000 millones de euros al año en materiales. De acabar en el lugar adecuado, en vez de resultar perjudiciales, podrían ser una fuente inestimable de riqueza, por ello la próxima vez que cambies de teléfono, ordenador o televisor, es importante llevarlo a un punto adecuado de recogida.



