Cómo reconocer un buen equipo reacondicionado

El auge de la tecnología reacondicionada ha propiciado que aparezcan múltiples opciones en el mercado, pero no todas ofrecen la misma calidad ni las mismas garantías. Para asegurarte de invertir tu dinero de manera segura y sostenible, es fundamental conocer ciertos aspectos que definen un buen reacondicionado.

  1. Grado de reacondicionamiento: Muchas empresas utilizan clasificaciones (N1, N2, N3, etc.) que describen el estado estético y funcional del dispositivo. Saber qué significan te ayudará a entender de antemano lo que estás comprando.
  2. Garantía y soporte: Un proveedor serio de equipos reacondicionados suele ofrecer al menos 1 año de garantía. Además, contar con servicio de atención al cliente es clave por si surge algún contratiempo.
  3. Origen del dispositivo: Aunque la mayoría provienen de programas de renting de grandes empresas, es interesante conocer la procedencia de los equipos para entender su nivel de desgaste.
  4. Revisiones técnicas y pruebas de rendimiento: Un buen reacondicionado debe ser sometido a pruebas exhaustivas para asegurar que todos sus componentes funcionan al 100%.
  5. Transparencia en la descripción: Tanto el estado estético (pequeñas marcas o arañazos) como los accesorios disponibles deben indicarse claramente.

Con estos puntos en mente, podrás tomar una decisión de compra consciente y alargar la vida útil de un equipo, contribuyendo de paso a reducir la cantidad de residuos electrónicos.